Si todavía no has podido leer nuestro artículo sobre  Diferentes tipos de Calefacción: Parte 1, deberás de empezar por él. En cambio, si ya los has leído y conoces los sistemas de calefacción eléctricos, continua leyendo para descubrir qué tipo de calefacción se adapta mejor a tu vivienda y necesidades.

Calderas de gas

Las calderas de gas son calderas con depósitos cerrados que calientan el agua proporcionando así el calor. Estas calderas funcionan gracias al gas que se utiliza que habitualmente suele ser gas natural.

Entre las diferentes calderas de gas podemos encontrar las siguientes:

  • Estufas de Gas
  • Calentadores de Gas por convección
  • Calefacción con calderas de gas

Estufas de gas

Este método de calefacción lo podríamos catalogar como método tradicional. Las estufas de gas funcionan gracias al gas natural, gas butano o gas propano. Cuenta con un funcionamiento muy sencillo, gracias a los quemadores que combustionan el gas y con una llama de fuego calientan las parrillas que dan calor a la vivienda. Este tipo de calefacción es móvil, por lo que podríamos moverlo entre varias ubicaciones.

Entre sus diferentes ventajas podemos encontrar que su consumo es muy reducido. Pero deberemos de tener cuidado con su uso dado que puede ser peligroso en caso de tener algún objeto inflamable.

Calentadores de Gas por convección

Los calentadores de gas por convección cuentan con un funcionamiento muy similar al que hemos podido leer en calefacción eléctrica por acumulación. Gracias a las llamas que provienen de la combustión se produce el calentamiento de una parrilla quién produce el calor en la vivienda.

Para que un calentador de este tipo funcione podemos ponerlo en marcha con cualquier tipo de gas: butano, propano o gas natural.

Su ventaja principal es que pueden calentar la habitación de manera rápida y sencilla pero al igual que en las estufas de gas deberemos de tener cuidado en no acercar ningún objeto inflamable. Los calentadores de gas por convección son más contaminantes.

Calefacción con suelo de Gas

El sistema de calefacción de gas es el sistema de calefacción más extendido en toda España. Su funcionamiento consiste en calentar el agua a través de la caldera, y es está agua quién llega a los radiadores repartidos por toda la casa aportando el calor necesario.

Se trata de un sistema muy seguro y eficiente, de ahí que sea el más utilizado. El único inconveniente que encontramos en este tipo de calefacción es que su instalación es bastante costosa, pero luego su mantenimiento es económico, al igual que su consumo.

Suelo Radiante

Este sistema de calefacción es el más novedoso. Su funcionamiento consiste en un circuito de tubos que circulan con agua caliente proporcionando calor a la vivienda.

Calienta la vivienda de manera rápida y puede proporcionar un importante ahorro en el consumo de la calefacción.

Al igual que en el caso de calefacción con suelo de gas para instalar este método de calefacción su coste de instalación es alto dado que es necesario realizar una obra.

Bomba de calor

La bomba de calor trata de llevar la energía en forma de calor de un lugar a otro. Puede ser a través del aire, agua o por el suelo. Para poder llevarlo a cabo es necesaria la ayuda de un compresor.

Las bombas de calor pueden ser reversibles o no reversibles. Las bombas de calor reversibles son aquellas que se pueden utilizar como calefacción en invierno y como aire acondicionado en verano. En cambio, las no reversibles solo se pueden utilizar para calefacción o para aire acondicionado.

Cuenta con una alta eficiencia con un consumo muy reducido. Además permite tener dos sistemas de climatización con un solo aparato. En cambio, el coste de su instalación es alta y se necesita un mantenimiento.

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